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jueves, 8 de enero de 2015

Batalla de Waterloo, el fin de un imperio

Febrero de 1815, Napoleón Bonaparte huye de Elba la isla en la cual se encontraba sufriendo un forzoso exilio y se encaminaba a Francia con la única intención de volver a reconquistar su imperio, del que fue su gran emperador.
Una vez en Francia intentó pactar con las principales potencias europeas, la respuesta de esta coalición fue un rechazo tanto a Napoleón como a su propuesta ya que no le consideraban emperador de nada y nadie le quería escuchar, Napoleón se sintió completamente humillado y decidió articular todas sus tropas en el norte para invadir Bélgica, lugar donde se habían instalado los aliados de la Séptima Coalición.

A todo esto Napoleón ya había conseguido recuperar el trono francés tras echar a Luis XVII, Napoleón que se creía ganador sin haber comenzado la guerra en junio de 1815, a Napoleón además lemovía un sentimiento de odio hacia Wellington al cual consideraba mediocre, todo esto cambiaría tras la famosa batalla de Waterloo.

Ante el avance francés, Wellington y los demás generales comanditarios de los distintos países optaron por ir a la frontera francesa a enfrentarse a la armada francesa la cual iba ganando territorios, estos pudieron tener una gran oportunidad y era la distancia que dividía a las tropas prusianas e inglesas, con lo que Francia podría haber enfrentado a cada una por separado. 


Al principio de las hostilidades parecía que el bando francés comenzaba ganando la batalla incluso tropas de la Séptima Coalición les obligase a retirarse, de todas maneras no todo era fácil, el propio Napoleón Bonaparte tuvo que presentarse en plena batalla contra Prusia debido a ciertos errores estratégicos del general francés encargado de ese frente.

Las condiciones meteorológicas que se dieron por la fecha no fueron favorables como para iniciar una gran batalla, parecía que el destino tenía preparado un gran final en la batalla de Waterloo. 



Tras el almuerzo de todas las tropas, se posicionaron cada uno en su bando; Wellington inicia la ofensiva contra un ataque frontal de las tropas de Bonaparte, quien comenzará a responder a señales débiles de sus tropas. La artillería francesa tenía una gran fama y era temeroso y Bonaparte pensaba que era lo mejor que tenía para ganar la batalla. El Mariscal Grouchy tenía 30.000 hombres que Napoleón esperaba con ansia, pero que no llegarían durante aquella mañana. En la reserva se mantuvo el emperador con la guardia imperial y el sexto cuerpo, mientras que De la Colonialé se disponía a colocarse en el bando derecho de la batalla y el mariscal Ney en el bando izquierdo. Al poco tiempo, aparecía el mariscal de campo francés Grouchy, posicionándose con la reserva de caballería.

 El 18 de junio la neblina era espesa, a Napoleón se le aconsejo que no atacase, que era un barrizal, pero el General estaba dispuesto a todo, pensaba que iba a ganar muy facilmente la batalla, pero no sería así.

Y entrada la tarde una astuta estrategia diseñada por Wellington distrajo y dividió las tropas francesas que cuando se quisieron dar cuenta ya era dominada por las tropas prusianas, A las 21 horas Wellington y el general prusiano Blücher se reúnen en el cuartel general del emperador donde hallaran al mariscal francés Colonialé y una hora después celebran su triunfo sobre las tropas francesas. El fin de aquella batalla cruel y desmesurada abrió un nuevo hito en la historia de las batallas. Por su parte, Napoleón Bonaparte huyó hacia Paris donde se refugiará y las tropas aliadas con Blücher le perseguirán para darle caza.

A principios de Julio el general prusiano restituía a la familia Borbón en Francia.
Napoleón Bonaparte fue enviado a la isla de Santa Helena a unos 2800 metros de la costa de Angola, donde murió pocos años después.

Con esta épica batalla se puso fin a una gran época que marcó una gran época en la historia francesa y mundial.














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